Parecía que no iba a llegar el momento y, como siempre ocurre, llega el día y antes de darte cuenta ya se ha pasado.
El 28 de septiembre se casaron Carlos y Eva. La boda fue como son ellos, sencillos, cariñosos, elegantes y emotivos. Un encanto de boda.
Mi pequeña aportación fueron estos saquitos de lavanda que la madrina regaló a los invitados, con motivos impresos que tienen que ver con ambos, con sus aficiones o sus profesiones.
Son de lino y como he dicho están rellenos de lavanda. Sirven para meter entre la ropa, en los cajones. Huelen mmm....

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